viernes, 21 de mayo de 2010

Pintura Mural en Bal Mandir

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Nuestro trabajo en Bal Mandir llegó a su fin. El lunes 5 de octubre partimos hacia Madrid, y nuestro último día con los niños y niñas del orfanato fue el viernes. Por la mañana dimos los últimos retoques al mural, y por la tarde organizamos una fiesta de despedida en el patio central.

Aunque la reflexión final sobre el resultado de esta nueva edición de "Color en Bal Mandir", habrá que hacerla en Madrid, después de dejar pasar un tiempo para serenar los sentimientos y las ideas, en alguna tertulia de sobremesa ya hemos cambiado impresiones, y parece que estamos de acuerdo en algunos aspectos que debemos mejorar en futuras ocasiones.

La pintura mural nos ha ocupado demasiado tiempo, más de lo que pensábamos. A pesar de que el edificio sobre cuyas paredes hemos pintado, es pequeño, finalmente ha sido una composición pictórica de muchos metros, y plagada de detalles. Sin duda, eso la hace más atractiva, y el cuento que hemos inventado para darle sentido, la hace más interesante; pero nos ha absorbido más de lo que hubiésemos deseado. A pesar de que en el mural han participado mayor número de niños que otros años, y han podido pintar durante más tiempo, lo cierto es que, la fase final ha quedado restringida a los más mayores y a nuestros voluntarios, lo que en cierto modo ha supuesto una frustración para los más pequeños, que hubiesen deseado seguir pintando.

Creemos que las sesiones de dibujo, algunas de ellas preparatorias del propio mural, y la elaboración de las cariocas, han sido muy provechosas. Además, el esfuerzo que hemos realizado para incorporar a nuestras actividades a los menores con diversidad funcional, ha resultado especialmente gratificante, y nos ha abierto una vía de trabajo que deseamos potenciar en el futuro. Ya sabíamos que el arte es una buena herramienta de expresión; pero ahora hemos comprobado que puede ser una forma de estimulación, y un extraordinario cauce comunicativo, para menores que tienen difícil acceso a los canales habituales. En este sentido, creemos que nuestra estancia en Bal Mandir, durante este mes, ha sido especialmente enriquecedora para Lata, Nimi, Roji, Nirmala, Ram, Suseta, Jayanti, Puspa, Madushudhan y Asha.


3 comentarios:

Ramón López dijo...

Me parece muy interesante el proyecto y la idea de explorar las posibilidades del arte más allá de sus valores puramente estéticos como herramienta de estimulación, integración y desarrollo, creo que en el proceso educativo del menor la creatividad juega un papel decisivo.

Carmen dijo...

A veces pensamos que los más desfavorecidos son aquellos que tienen menos cosas, pero es sorprendente ver cuanta creatividad, dignidad, arte y grandeza se encuentra en el alma de las personas. Sólo hay que ver lo que son capaces de hacer cuando se les da la oportunidad.

josé manuel dijo...

Este arte es capaz de provocar la conocida como experiencia estética que es tan dificil de conseguir.
Algo que está tan de moda como el arte moderno, podría ser sustituido por estas grandes obras que realizan estos niños.